
¿Qué es el CoolSculpting y por qué se ha convertido en el tratamiento número 1 del mundo para acabar con la grasa localizada? Descubrirlo y probarlo es darse cuenta de que por fin hay algo que funciona y además, sin dietas, ni agujas, ni cirugías, ni ejercicio, ni reposo. Y no es que lo digamos nosotros, es que la misma FDA (la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, …) está de acuerdo y lo ha autorizado por su eficacia y seguridad. No es un tratamiento económico pero sí muy rentable. Y, al ser tan poco invasivo, se le conoce por ser la mejor alernativa a una liposucción.
La mayoría de nosotras queremos perder algunos centímetros en alguna zona determinada de nuestro cuerpo o acabar con el doble mentón que tanto nos afea. Nos quejamos de la grasa localizada en el abdomen, cartucheras o zona de la papada, brazos, cara interna de los muslos pero no queremos sufrir y, mucho menos, recuperar la grasa perdida. Para casos como éstos, el CoolSculpting y su avanzada tecnología nos lo pone fácil. Y, por supuesto, la grasa que perdemos no vuelve jamás a nosotros. Además es un tratamiento no invasivo y ligeramente molesto (se puede apreciar algún tirón o pellizco leve).
Fueron los científicos Dieter Manstein y R.Rox Anderson de la Universidad de Harvard, los que descubrieron que las células de grasa llegan a la congelación y se cristalizan a una temperatura superior al resto de células, con lo que aplicando la temperatura específica durante un periodo sostenido de tiempo, se consigue su eliminación sin dañar los tejidos circundantes. A partir de este descubrimietno, se comienza a experimentar con la tecnología de CoolSculpting para la remodelación corporal. Y con más de 75 estudios científicos publicados, más de 20 años de I+D y millones de tratamientos realizados ya en el mundo, su eficacia está fuera de toda duda. A España llegó en 2007 y ha ido creciendo año tras año.
El protocolo es el siguiente: Los aplicadores están especialmente diseñados para adaptarse a casi cualquier zona corporal y ejercer una suave presión de vacío en la zona a tratar exponiendo las células grasas a un enfriamiento intenso, preciso y controlado para eliminarlas sin dañar los tejidos colindantes. Estas células grasas o adipocitos mueren por apoptosis y se van desintegrando, siendo el sistema linfático el encargado de eliminarlos. El hígado los procesa como deshechos y con el tiempo, el cuerpo procesa la grasa de manera natural y elimina las células muertas, proporcionando una mejor silueta.
Aunque puede tratarse varias veces la misma zona para conseguir mayor reducción de grasa, lo cierto es que cada vez se necesitan menos sesiones. Cuando las células grasas se exponen al frío intenso son eliminadas gradualmente a través del proceso metabólico normal del cuerpo, de forma natural. Y es importante remarcar que el CoolSculpting solo afecta a las células grasas y que es el propio sistema inmunitario el que las va eliminando a lo largo de las siguientes semanas del tratamiento. La células grasas que se quedan, se condensan de tal manera que la capa de grasa se reduce considerablemente mejorando el aspecto exterior.
En nuestro país hay varias clínicas que lo ofrecen y hemos buscado, por no quedarnos solo en Madrid o Barcelona, en otro punto de la geografía. Y nos hemos ido al sur, y a pesar de no haber encontrado muchos centros de estética que lo ofrezcan, hemos descubierto en Sevilla, uno muy profesional, el Centro de Carmen Sarmiento. En este centro, el 95 por 100 de los pacientes se quedan satisfechos; dato lógico porque se crean planes de tratamientos personalizados para alcanzar metas específicas: “Algunos pacientes ven resultados tres semanas después de una sesión pero los resultados más notables se observan normalmente entre uno y tres meses después del tratamiento”, aseguran en el Centro Carmen Sarmiento.