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FLORES DE BACH, LA TERAPIA DE LAS EMOCIONES

Roble para el agotamiento, pino para la culpa, rosa de roca para las pesadillas, verbena para el exceso de entusiasmo, rosa salvaje para la apatía… así hasta 38 plantas que el médico y bacteriólogo Edward Bach identificó como las especies de flores, plantas y árboles cuya energía podría aliviar las emociones.

Y con ellas, y tras muchos años de estudio, desarrolló entre 1920 y 1934 los remedios más naturales contra los estados mentales adversos. Él abogaba por tratar la causa y no el efecto y a ello dedicó su vida como científico.

El médico creía que las flores y las plantas contenían energía que podía curar problemas emocionales. Y en la actualidad, hay fieles creyentes en sus bondades para acabar con las emociones negativas y otros que, por el contrario, opinan que es un simple efecto placebo.

De cualquier manera, el Centro Bach, conocido como Mount Vernon, y ubicado en un pueblo llamado Brightwell-cum-Sotwell (Oxfordshir) sigue activo en medio de la campiña inglesa y abierto al público.

 La humilde casa del doctor, con el consultorio en el que se ven las tinturas madres y donde pasaba consulta gratuita los últimos años de su vida, está repleta de recuerdos en lo que se ha convertido también en un museo con el equipo para hacer y embotellar las fórmulas magistrales. Se conservan también e intactos los muebles fabricados por él mismo.

Desde allí se sigue surtiendo al mundo de este remedio alternativo, natural y apto para todos los públicos, incluidos niños, bebés y embarazadas. En el jardín se cultivan, entre otras flores, los cinco ingredientes o esencias florales de la famosa fórmula de crisis del Dr. Bach, conocido como Rescue Remedy y que es su producto más popular y utilizado por millones de personas en todo el mundo, distribuido por los laboratorios Diafarm. También, a 50 metros, está el cementerio donde descansa el Dr. Bach.

La manera en la que elaboraba sus remedios era colocando las flores o plantas frescas en agua de manantial natural. Luego exponía esta mezcla a la luz -siempre que hubiera sol suficiente- o la hervía. Finalmente, filtraba el líquido, para producir la “tintura madre”, y lo mezclaba con brandy, que actuaba como conservante. Así lo hacía Bach y así se sigue haciendo cien años después.

Y así lo explica perfectamente la española Mari Carmen Gallego, presidenta de la Asociación de Terapias Naturales, Practitioner y Profesora oficial del Centro Bach de Inglaterra, que imparte clases y conocimientos por toda la geografía española. Ella, como experta en la Flores de Bach, cuenta como Edward era especialista acreditado en patología bacteriológica y observó algo curioso en sus pacientes: Aquellos que padecían la misma enfermedad tenían características similares, como sus expresiones, posturas, forma de comunicarse… Por lo que empezó su investigación analizando las personalidades y llegó a la conclusión de que necesitaba un remedio para cada tipo de personalidad.

Gallego asegura que “cada una de las 38 esencias ayuda a gestionar una situación emocional distinta, y puedes crear una fórmula a tu medida en función de las emociones con las que te identifiques, para ayudarte a gestionar las emociones de tu día a día. La más común, Rescue Remedy es una solución que relaja al paciente, y le ayuda a obtener un efecto de calma general y mejorar el enfoque, pero hay fórmulas concretas para cada dolencia emocional. Lo importante es que lo prescriba un especialista para que el efecto sea el deseado”. 

Lo que es evidente es que muchos pacientes recurren a los remedios homeopáticos, en busca de soluciones para acabar con sus problemas de salud sin correr el riesgo de sufrir efectos secundarios. Los remedios florales de Bach son una de esas soluciones de remedios alternativos que pueden ayudar con una variedad de condiciones de salud, incluidos el dolor y la ansiedad, además de ayudar a mejorar el estado emocional de una persona.

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