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Carmen María Mayz: «Tratamos de ser como las casas de costura que había antes»

Este mes compartimos con vosotras nuestra interesante charla con Carmen María Mayz. La diseñadora de vestidos nupciales, para invitadas e increíbles accesorios nos ha conquistado con su pedrería y sus estudiados bordados. ¿Te atreves a conocerla?

El diseño es un campo muy complejo y lleno de posibilidades, ¿cómo ha sido tu trayectoria hasta ahora?
Mi especialidad es el bordado en pedrería para alta costura, llevo 30 años trabajando en ello. Empecé a estudiar moda en Venezuela con María Brunet, una mujer española a la que conocí fortuitamente y que me enseñó todo lo que sabía. Las dos conectamos muy bien y estuve 4 años aprendiendo sobre bordado en pedrería y me especialicé en la alta costura. Gracias a ella aprendí a trabajar sin bastidor, lo cual me ha abierto muchas puertas. Jamás imaginé, cuando tenía 20 años, que iba a ser un arte muy valorado. Ahora trabajo mucho con las novias porque es lo que más me han pedido.

«Hoy en día apenas quedan modistas que conozcan bien el oficio»

Entonces, ¿eres una modista como las de toda la vida?
Se podría decir que sí, todo el trabajo que sale de mi taller es artesanal. Como decía mi profesora: «mientras más bordes, más vas a saber», y eso es lo que llevo perfeccionando todos estos años. Esto es así en muy pocos sitios. Casi todas las grandes casas de costura utilizan bastidores y hay una gran escasez de modistas. Es una pena porque hoy en día apenas quedan modistas que conozcan bien el oficio. Al final, las técnicas de bordado se terminarán perdiendo.

Realizas un trabajo muy laborioso, ¿cómo conseguiste entrar en el mundo de las novias?
Poco a poco. Durante una temporada tuve muchos encargos para novias y supe que no podía perder la oportunidad de trabajar para ellas. Desde un principio, le pedí a Ángeles Serrano, una estupenda diseñadora y modista, que se juntara conmigo en esto; ella conoce muy bien el sector y ha creado multitud de trajes. Gracias a esta unión, y tras años de trabajo, podemos decir que contamos con un gran equipo de modistas que trabajan al detalle para montar todos los vestidos de novia.

«Nuestro objetivo no es crear vestidos en serie»

En definitiva, y volviendo a lo de antes, tratamos de ser como las casas de costura que había antes, ofrecemos el producto y lo ajustamos a los gustos y a los presupuestos de nuestras clientas. Al final, nuestro objetivo no es crear vestidos en serie, sino conseguir que la novia que viene a nuestro taller se sienta cómoda y esté satisfecha con el resultado.

«La novia participa activamente»

¿Podrías describirnos cómo es el proceso desde que viene una novia por primera vez hasta que el vestido está terminado?
Realizamos siempre los mismos pasos. Primero concertamos una cita en nuestro taller con la novia para conocerla y hacernos una idea de lo que quiere. En esta cita, tratamos de acercarnos a la novia para que ella se sienta cómoda y nos cuente qué es lo que más le gusta y lo que no quiere en su vestido. Después, quedamos otra vez con la novia y con Ángeles para empezar a diseñar el primer borrador y lo vamos concretando poco a poco hasta conseguir que el vestido se adapte perfectamente a la novia.

Normalmente, concertamos otras tres citas más para hacer las pruebas del vestido y rematarlo. Se trata de un proceso muy emotivo en el que la novia participa activamente y en el que los sentimientos están a flor de piel.

Después de estos años en el sector, ¿qué crees que es lo más importante a la hora de hacer un vestido de novia?
Todo es importante, pero creo que el pilar fundamental en cualquier trabajo de costura es la precisión y el detalle, es decir, todo tiene que estar perfecto y debe ser meticuloso, y más cuando hablamos de novias, ya que cada parte del vestido debe encajar con quien lo lleva. A nosotras no nos vale con hacer una pieza y ya, debe estar pensada y cosida milímetro a milímetro porque sino no es una pieza especial y única, y creo que eso es lo que más les gusta a las novias.

«Ofrecemos la posibilidad de completar el look con un velo o tocado»

Además de vestidos, ¿qué otras cosas hacéis?
Hacemos un poco de todo, ya que cuando la novia viene por primera vez lo hace acompañada por su madre, sus hermanas, sus amigas… y muchas veces también quieren hacerse el vestido. En cuanto a las novias, les ofrecemos la posibilidad de completar el look con un velo, un tocado o algún accesorio. Todo lo bordamos a mano y lo adaptamos al estilo del vestido y a la figura de la novia. Por ejemplo, si lleva un estilo cañero, no le ponemos un velo kilométrico, o si el vestido está muy recargado, lo normal es poner un velo más sencillo. En cuanto a lo demás, hacemos vestidos a medida para invitadas y tenemos toda una línea de accesorios y otra de zapatos.

Blanca Sánchez Gómez