
‘Una vida entre costuras’ es lo que se puede leer en la página web de la diseñadora Beatriz Álvaro, donde hemos descubierto que su trayectoria se remonta a más de 17 años dedicados a hacer realidad los deseos de sus clientas. Por eso no pudimos resistirnos a pasar por su atelier en la calle Castelló 46 (Madrid) para conocerla mejor.
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«Cuando era pequeña me fijaba mucho en los vestidos que llevaban las actrices»
¿Quién es Beatriz Álvaro? ¿Cómo surge la idea de hacer vestidos de novia?
La idea de hacer vestidos surge hace exactamente 17 años. A mí siempre me encantó el diseño de alta costura, cuando era pequeña me fijaba mucho en los vestidos que llevaban las actrices protagonistas de las películas, igual no me enteraba mucho del argumento, pero conocía al detalle todos los cambios de vestuario. Estudié la carrera de diseño, aunque empecé publicidad, y enseguida empecé a trabajar como estilista en cadenas de televisión. Durante ese tiempo, muchas veces terminaba por diseñar y coser algunas prendas porque por mucho que buscábamos no las encontrábamos. Fue así como abrí mi primer taller, lo hice junto a una profesora de la escuela y nos fue muy bien. Un tiempo después, me lancé y fundé mi propio atelier donde creamos desde cero multitud de vestidos de novia. Esta aventura comienza porque en España no hay alta costura como tal y, a mí, lo que más me gusta es modelar sobre el maniquí, hacer los patrones de cada pieza, coser a mano…
En definitiva, el trabajo artesanal, en el taller seguimos mucho las pautas de toda la vida. Es cierto que en España casi no existe la alta costura, muy pocas mujeres se lo pueden permitir, lo cual es una pena porque tenemos diseñadores nupciales muy buenos que no están recibiendo el reconocimiento que merecen. En definitiva, la idea de poder ayudar a una novia a crear el vestido con el que lleva toda la vida soñando me ayudó a lanzarme a este mundillo que cada día tiene más potencial.
«Me gusta mucho trabajar mano a mano con la novia»
¿Cómo es el proceso desde que conoces a la novia por primera vez hasta que el vestido está terminado?
Es un proceso largo, primero le mostramos a la novia piezas que ya tenemos terminadas, como faldas, para que se haga una idea sobre los diferentes estilos. Sin embargo, nuestro lema es ninguno igual por lo que adaptamos cada uno de ellos para que sean únicos. A mí personalmente me gusta mucho trabajar mano a mano con la novia, intento estar presente en todas sus visitas para darle ideas, ayudarle a elegir lo que le sienta mejor, hacer arreglos…
En la primera visita nos conocemos mejor y empezamos con las pruebas de vestidos, creo que son fundamentales para que ellas se vean realmente vestidas de novia. En las siguientes visitas se perfila más lo que es el vestido y luego hacemos las pruebas. Una vez que tenemos el vestido acabado, nosotras hacemos tres pruebas, aunque a veces se necesitan más o menos. También, tenemos clientas que viven en el extranjero y solo pueden venir un día, en estos casos todo queda cerrado ese mismo día. Siempre intentamos adecuarnos a cada novia, a mí me gusta probar con tiempo, soy super exigente con mi trabajo y no me gusta dejarlo todo para última hora. Además, creo que es fundamental que la novia tenga tiempo para realizar cambios en caso de que sea necesario, lo más importante es que le encante su vestido.
«El diseño nupcial también es moda y necesitamos estar a la última»
¿Con cuánto tiempo de antelación tendríamos que venir al taller si estuviéramos buscando nuestro vestido de novia?
A mí me gusta trabajar mínimo con 6 meses de antelación, no solo porque hay que organizar las pruebas sino porque el taller tiene un límite y jamás cogería más vestidos de los que podemos abordar a la vez. Lo que nos diferencia de otras casas es la perfección y las costuras impecables en nuestro trabajo y jamás dejaría un vestido mal acabado por coger encargos de última hora. Es la fama que tenemos y la que nos gustaría seguir teniendo.
En cuanto a los tejidos, ¿tenéis alguno favorito?
Bueno, en realidad no tenemos ningún favorito, seguimos mucho la moda de la calle y siempre nos gusta usar los que sean de esta temporada. Miro vestidos que hice hace 7 años y jamás usaría los mismos materiales para uno de ahora. Al fin y al cabo, el diseño nupcial también es moda y necesitamos estar a la última. Eso no quiere decir que no me gusten los diseños anteriores, simplemente que hay que seguir avanzando, me gusta mucho descubrir y ofrecer lo último.
«Me gusta la novia de siempre»
Otra cosa que nos gustaría saber es cómo sería el vestido de Beatriz Álvaro si fuera a casarse este año.
Sin duda sería un vestido con un cuerpo espectacular, con bordados impresionantes, exagerados, de estos a los que no les cabe ni un alfiler de lo bordados que están. Sería muy del estilo de Dolce y Gabbana, con una falda muy lánguida, con mucha cola. En general, a mí me gusta la novia de siempre, aunque por supuesto cuando hacemos un vestido nos adaptamos a las preferencias de la novia y al sitio en el que celebra la boda, ya que no es lo mismo la puesta de la novia en una iglesia que en un juzgado.
¿Cuál es vuestro mejor consejo para las novias?
Creo que lo más importante es que a la novia le quede bien el vestido y le vaya a su cuerpo. Es como cuando vas a una tienda a por una prenda que te ha encantado pero cuando te la pruebas te queda fatal y aun así te empeñas en comprarla. Por eso, siempre hay que vestir a la mujer con algo que le favorezca, es super importante destacar lo mejor de cada una de ellas. No es lo mismo diseñar prendas para un grupo grande que para alguien en particular, el diseño que nosotras hacemos es exclusivo para una persona y es fundamental conocer bien su anatomía. Lo que hay que hacer es resaltar lo mejor de cada una de ellas, lo que siempre les digo es que en la boda van a gustar a unos sí y a otros no pero todos ellos van a reconocer que estás guapa y que el vestido representa tu manera de ser.
Blanca Gómez Sánchez