
Desde la Denominación de Origen Rueda nos dan unos consejos para poder sorprender a tus compañeros de trabajo como un experto catador de vino. Toma nota y conviértete en el centro de atención.
Conoce la jerga: Los aromas y los matices se aprenden y detectamos más a medida que probamos más. Aromas florales, afrutados, herbáceos… O sabores ácidos, dulces… En el caso de los vinos de Rueda elaborados con la variedad verdejo, tienen aromas afrutados con matices anisados y a hinojo.
La importancia de la temperatura: Ofrece siempre el vino a la temperatura correcta. Los vinos blancos se deben servir fríos, pero sin pasarse, nunca congelados. La temperatura recomendada es de 6 a 10 grados manteniendo la temperatura en una cubitera con hielo.
Cómo servir el vino: Se recomienda llenar las copas un tercio aproximadamente de su tamaño y nunca hasta arriba. En el caso de los vinos blancos, se puede servir incluso menor cantidad e ir reponiendo para mantener su temperatura ideal, que como hemos dicho antes, debe ser muy fresca.

Utiliza la copa correcta: Sí, existe una copa para cada tipo de vino, aunque hay una regla básica para todas: una copa sea para el vino que sea debe ser de cristal, liso, transparente e incoloro. Para un blanco lo mejor es emplear una copa de tallo alto y apertura abierta para que asciendan bien los aromas.
Muestra cómo se sujeta la copa: Este detalle es clave para distinguir a un conocedor o un novato en materia de vinos. La copa de vino debe sostenerse por el fuste o tallo de la misma y no es recomendable abrazar con la mano la copa, si hacemos esto último, calentamos el vino afectando al sabor y a los aromas.

No generalices: No todo es “a, b y c”. Por ejemplo, los vinos blancos también pueden tener barrica o pueden maridar con carne… en la DO Rueda existen muchos tipos de elaboraciones especiales, como el verdejo sobre lías o elaboraciones en envases de huevos de hormigón.