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Los 15 Nuevos Pueblos Más Bonitos de España

15 nuevos pueblos se sumarán a los Pueblos más Bonitos de España a partir del 1 de enero de 2020. Ya contábamos en nuestro país con 79 localidades con ese reconocimiento por parte de la reconocida marca Los Pueblos más Bonitos de España es un referente de prestigio y calidad a nivel nacional e internacional.

Para poder formar parte de esta red, los quince nuevos pueblos han tenido que cumplir de entrada con dos condiciones básicas: tener una población menor de 15.000 habitantes (en poblaciones mayores de 5.000 vecinos la Asociación contempla solamente un casco histórico muy definido); y contar con un patrimonio arquitectónico o natural certificado. Con estos nuevos 15 pueblos, ya sumamos un total de 94.

Alcudia (Mallorca)

Alcudia es uno de los pueblos más bonitos de España, y en este caso, de Mallorca con un casco histórico mágico, que combina proximidad a playas paradisiacas, gastronomía y bella arquitectura tradicional.

El municipio se encuentra entre dos bahías, la de Pollensa y la de Alcudia, lo que le hacen uno de los rincones más especiales de la provincia.

Por este territorio pasaron distintas civilizaciones, que pueden verse en los castillos, murallas, casas señoriales y edificios históricos que salpican su casco histórico. Para acceder a él, se puede pasar por alguna de las dos puertas de la muralla declaradas Monumento Nacional, la Porta del Moll y la Puerta de Mallorca.

Atienza (Guadalajara)

Situada en la Serranía Norte de Guadalajara, Atienza es Conjunto Histórico Artístico de la provincia de Guadalajara, y cruce de rutas importantes de sus lares: la del Cid, la del Románico Rural y la del Quijote.

El Castillo situado en la parte más alta del pueblo, es el monumento más representativo de Atienza. Utilizado por los celtíberos y luego por los árabes que construyeron una fuerte alcazaba, fue reformado por los cristianos tras la Reconquista. Durante la Edad Media cambió de manos numerosas veces entre los siglos IX y XI. Fue ocupado por Alfonso III, por Almanzor y por Sancho García, entre otros, para ser definitivamente tomado por Alfonso I de Aragón, Rey consorte de Castilla por su matrimonio con Urraca I. Es nombrado en El Cantar de Mío Cid, refiriéndose a él como “peña muy fuerte”.

Entre las obras religiosas el ábside del Monasterio de San Francisco, de estilo gótico,  lo único que queda tras el saqueo francés. San Bartolomé, levantada en el siglo XIII, tiene sobre su románico las reformas y ampliaciones del siglo XVI. Santa María del Val, San juan del Mercado, la iglesia de la Santísima Trinidad o Santa María del Rey, son otros de los múltiples ejemplos que encontraremos.

Una visita muy recomendable es el Museo de la Santísima Trinidad. En su interior se puede contemplar una magnífica exposición de arte religioso. Destacan la capilla de la Inmaculada Concepción, de estilo rococó ; el retablo mayor, decorado con lienzos de Matías de Torres; un curioso catafalco del siglo XVI; y dos espectaculares cristos: el Cristo del Perdón, de Luis Salvador Carmona, y el Cristo de los Cuatro Clavos, tardorrománico.

Betancuria (Fuerteventura)

Betancuria fue la primera ciudad fundada en las Islas Canarias y la primera capital de Canarias, hasta el año 1834. Situada en el valle del Macizo de Betancuria, un parque rural, resulta una de las zonas menos desérticas de la isla, además del municipio menos poblado de Fuerteventura, con menos 800 habitantes. Es la localidad de mayor interés histórico artístico de la isla. Uno de sus grandes atractivos es el Museo Arqueológico de Betancuria, donde el viajero podrá ver cómo vivían los antiguos habitantes de la isla.

Betancuria, primer pueblo de Fuerteventura en entrar a la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, debe su nombre al conquistador francés Jean de Bethencourt. Uno de sus atractivos arquitectónicos es una visita a la primera catedral de las islas, la Iglesia de Santa María.

Betancuria, además de ser uno de los pueblos más bonitos de España, ofrece al viajero sumergirse en un paseo por su arquitectura típica rural, caracterizada por paredes de cal y balconadas de madera. Tiene muchísimos rincones escondidos que sorprenden al turista a cada paso, además de una esencia a su pasado de comunidades de piratas. Por si fuera poco, está rodeada de un magnífico entorno volcánico, lo que lo hace uno de los lugares más visitados de Fuerteventura.

La gastronomía de Betancuria es la típica de las Islas Canarias, con guisos tradicionales como el conejo en salmorejo y el cabrito.

Castellar de la Frontera (Cádiz)

Situada en un entorno rocoso con su magnífico castillo que parece vigilar todo desde las alturas, Castellar de la Frontera, en Cádiz, está considerado el pulmón verde de esa región. Sus orígenes se remontan a la Edad de Bronce aunque tiene muchos orígenes musulmanes, lo que demuestran edificios como la Torre de la Almoraima.

La ciudad, reconocida como uno de los pueblos más bonitos de España, está incluida en el itinerario llamado la Ruta del Toro, que se desarrolla en la provincia de toro, invitando a descubrir la vida de este animal en su hábitat natural.

Castellar está lleno de historia, uno de los muchos motivos por los que consigue enamorar al viajero. El castillo que se sitúa en lo alto del pueblo es una antigua fortaleza nazarí del Siglo XXII.

Castellar, de gran tradición artesana, es un lugar lleno de naturaleza, de color, de flores, casas encaladas y reminiscencias medievales que enamora a todo aquel que lo visita. Entre algunas de las cosas que se pueden visitar la Iglesia del Divino Pastor, de estilo barroco o el Convento de San Miguel de la Almoraima.

Castrillo de los Polvazares (León)

Castrillo de los Polvazares es una población de la provincia de León, próxima a Astorga y considerada como Conjunto Histórico-Artístico. Es parte de la Ruta de la Plata y próxima al Camino de Santiago. Un pueblo típico leonés con calles empedradas, fachadas de arcilla roja y portones arcados.

Su arquitectura típica, su rica gastronomía y su tradición artesana hacen de este pueblo un destino lleno de encanto y de historia. El cocido Maragato (llamado así por el nombre que se les daba a sus habitantes) es uno de sus platos más típicos, junto a la tradicional morcilla de León y la cecina.

Culla (Castellón)

Este bello pueblo medieval se merece estar entre los pueblos más bonitos de España por derecho propio. Se encuentra casi a los pies del Penyagolosa, y esconde en su interior la historia atrapada entre sus piedras, donde el viajero que sigue un camino en busca del castillo, descubre en cada esquina la esencia auténtica de estas gentas y de su patrimonio bien conservado durante generaciones.

De orígenes prehistóricos, Culla, situado en lo alto de una muela, fue dominado siglos después por musulmanes y templarios. Se pueden recorrer las ruinas del castillo árabe (siglo XIII), que agrupan varios arcos, restos de muralla y torreones y la puerta de entrada a la barbacana, con los escudos de armas de la Orden de Montesa. La iglesia de San Salvador conserva un retablo del siglo XVI y una figura del patrón de Culla (siglo XV); a su lado está el pelleric, una columna de piedra en la que se encadenaba a los condenados para su humillación popular, y la Casa Abadía, ahora parte del museo parroquial. Bajo las panorámicas vistas del mirador del Terrat reposa la antigua prisión (siglo XIV), en cuyas paredes quedan algunos grilletes y marcas grabadas por los propios presos. Otros lugares de interés son el Observatorio Astronómico Turístico, el mirador del Singlet, el Molí de l’Orde y el Parque Minero del Maestrat.

El viajero disfrutará durante todo el recorrido de unas vistas absolutamente impresionantes al Maestrazgo desde prácticamente cualquier lugar. Tanto por la magia de sus vistas como por el encanto de sus calles, la visita a Culla le enamorará.

Mogroviejo (Cantabria)

Mogrovejo, Bien de interés cultural y Conjunto histórico, alberga unos de los mejores ejemplos conservados de casonas de sillería y mampostería, con balconadas de forja, de los siglos XVI-XVIII, entre las que destaca la de Vicente de Celis, con el escudo de los Estrada. Las casas populares son de tipo lebaniego, con la planta alta frecuentemente abierta al exterior y paredes de entrelazo de varas, forradas con manteado de barro que delimitan un espacio generalmente dedicado a pajar; algunas de ellas con acceso al segundo piso con patín, de influencia asturiana.

La aldea, ya con su título de uno de los pueblos más bonitos de España, tiene el sabor de un pueblo tradicional y sus casas parecen extraídas de un museo o de una pintura con el fondo de las paredes y cumbres de Picos de Europa que parecen sobresalir de los tejados de sus casas. Situado en un emplazamiento idílico y rodeado de extraordinarios bosques de robles, acebos y castaños, es además punto de partida de varias rutas muy asequibles y de gran belleza.

Monteagudo de las Vicarías (Soria)

En el corazón mismo de la provincia de Soria, Monteagudo de las Vicarías se alza sobre la meseta de un pequeño cerro o muela, rodeado por los restos de lo que fue la muralla que abrazaba en su recinto a la mayoría de casas.

Paseamos por las calles de uno de los pueblos más bonitos de España que no supera los 200 vecinos, atravesando la muralla por su arco apuntado y almenado que era su puerta principal de acceso. Su plaza mayor congrega una voluminosa iglesia, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Muela y el castillo medieval de los Hurtado de Mendoza, ambos del s. XV.

Monteagudo, en la raya con Aragón nos habla de la historia de la reconquista, en este bello pueblo se concertó en 1291 el casamiento entre Isabel, hija de Sancho de Castilla, y el rey Jaime de Aragón que se verificó en la ciudad de Soria.

Olivenza (Badajoz)

Olivenza es un pueblo fronterizo típico extremeño, que además conserva algunas características de su pasado portugués, por lo que una visita a este municipio permite disfrutar a la vez de ambas culturas. De hecho, fue la última región en incorporarse al territorio español.

Olivenza es una ciudad amurallada; de hecho, es uno de los conjuntos históricos con más extensiones amuralladas de la Península. En la villa puede apreciarse el llamado arte manuelino, siendo el único lugar en España donde puede apreciarse este tipo de arte. El viajero lo encontrará en las iglesias de la ciudad una muestra de azulejos con los típicos tonos blancos y azules. Quizás el mejor exponente del arte manuelino portugués en Olivenza es la iglesia de Santa María de la Magdalena, del siglo XVI.

Pastrana (Guadalajara)

Es una localidad y municipio español del sur de la provincia de Guadalajara. Cuenta con una población de 900 habitantes. Ubicada en la comarca de La Alcarria, tuvo su auge entre los siglos XVI y XVII. Fue declarada conjunto histórico-artístico en 1966. Destacan la colegiata, el Palacio Ducal donde residió la princesa de Éboli, los tapices flamencos de Alfonso V, la fuente de los cuatro caños y los conventos fundados por Santa Teresa de Jesús; todo ello configura un ambiente medieval-renacentista que le mereció la calificación de «instantánea del tiempo pasado».  Camilo José Cela ya sabía que era uno de los pueblos más bonitos de España cuando en su libro Viaje a la Alcarria, la describió asi: «A la mañana siguiente cuando el viajero se asomó a la Plaza de la Hora y entró de verdad para su uso, en Pastrana, la primera sensación que tuvo fue la de encontrarse con una ciudad medieval, una gran ciudad medieval».

Pollença (Mallorca)

En el extremo septentrional de Mallorca y al pie del confín oriental de la sierra de Tramuntana, Pollença se conoce desde hace más de 3.000 años, cuando los primeros pobladores, los Talaiots, llegaron a la zona.

Posee un casco urbano de fuerte esencia medieval, una población que ha sabido mantener intacta toda su personalidad, una historia desarrollada bajo el gobierno de romanos, visigodos y musulmanes, hasta que en el siglo XIII Jaume I la incorpora a los reinos cristianos.

Hoy en día, Pollença es un tranquilo pueblo de caserío techado con tejas árabes y trazado irregular, con calles empedradas que conducen a los monumentos más emblemáticos, entre los que se encuentran la iglesia de Nostra Senyora del Roser

Ponte Maceira (A Coruña)

En el corazón del Camino Marítimo para peregrinar hacia Santiago, el bello pueblo de Ponte Maceira reúne historia, arte y naturaleza.

Su rico patrimonio, junto a su belleza paisajística, lo convierten en uno de los pueblos más bellos de Galicia. Su puente de piedra, el pazo de Baladrón, la capilla de San Brais, los molinos de agua y su palomar, son una muestra de su rica arquitectura junto a la restauración de sus casas y sus calles empedradas.

Con poco más de 60 habitantes, este pueblo, considerado uno de los más bonitos de España, está presidido por el magnífico puente sobre el río Tambre, un paso tradicional e histórico de peregrinos y viajeros entre Compostela y los puertos de Fisterra. Además del histórico puente, la aldea presenta uno de los conjuntos más armoniosos y mejor cuidados de todos los Caminos de Santiago gallegos, con acertadas actuaciones arquitectónicas, entre las que destacan los antiguos molinos junto al río, el historicista pazo de los Baladrón, construido a mediados del siglo XX, y la dieciochesca capilla de San Brais.

Robledillo de Gata (Cáceres)

Esta localidad extremeña está emplazada en la Sierra de Gata, encajonada de forma semioculta entre bancales, en el Valle del Árrago. Quizá debido a su emplazamiento, su arquitectura popular se ha conservado a lo largo de la historia; se trata de una arquitectura identificada por materiales como pizarra, madera y barro, lo que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico.

Uno de los monumentos de más interés de este pueblo es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XVI, de visita obligada para los visitantes.

Si hay una palabra que caracteriza a Robledillo de Gata, esta es autenticidad. Este pueblo tiene gran personalidad propia, de forma que no se parece a ninguna otra localidad de los alrededores. Aunque es pequeña, con una población que no llega a los 100 habitantes, ofrece centenares de rincones por explorar.

Robledillo está emplazado en uno de los entornos rurales y naturales más admirados de Extremadura, en sus alrededores el viajero encontrará espacios naturales vírgenes, saltos acuáticos o bosques, mientras que en el pueblo podrá deleitarse con sus construcciones antiguas, miradores hacia el río, cascadas en rincones y museos tan emblemáticos como el Museo del Aceite.

Teguise (Lanzarote)

Situada en el nordeste de la isla de Lanzarote, la villa de Teguise fue una de las primeras poblaciones fundadas en las Islas Canarias. Capital de Lanzarote hasta 1847, conserva un notable conjunto de edificaciones de gran valor histórico-artístico. Destacan el castillo de Santa Bárbara, ahora convertido en Museo de la Piratería; el Palacio Spínola, ubicado en una casona señorial del siglo XVIII; la antigua iglesia de Guadalupe, y el convento de San Francisco.

Una ruta por Teguise permite al viajero hacerse una idea de cómo era la vida en Lanzarote durante los primeros tiempos de presencia colonial. Además del patrimonio histórico, la antigua capital isleña posee museos como la Casa del Marqués de Herrera y Rojas, y la Casa Perdomo. Especial interés cultural tiene la Casa del Timple, nuevo espacio divulgativo en el que se explican las características sonoras de este singular instrumento musical de Canarias.

Vinuesa (Soria)

La villa de Vinuesa ha obtenido un Premio Municipio Turístico de la provincia de Soria, a sumar al de uno de los pueblos más bonitos de España. También se la conoce como la Corte de Pinares. Es el pueblo que mejor refleja la arquitectura popular de la comarca de Pinares de Soria. A poca distancia se encuentra la Laguna Negra, una laguna glacial rodeada de un fascinante paisaje que fue retratada en la obra de Antonio Machado.

Además de sus entornos naturales, Vinuesa ofrece grandes joyas arquitectónicas, como la iglesia de estilo gótico renacentista datada en 1591, la Iglesia de Nuestra Señora del Pino, con varios retablos rococós. Allí se puede encontrar la Casa de los Ramos, ejemplo de la arquitectura pinariega y Bien de Interés cultural desde 1996, palacios como el de Marqueses de Vilueña y el de Don Pedro de Neyla, sin olvidar restos de una calzada romana y un puente romano muy bien conservados.